martes, 17 de abril de 2012

POR EL CAMINO DE LA RADIO EDUCATIVA

INTRODUCCIÓN


Pareciese que en pleno siglo XXI (donde reina lo audiovisual y mercantil), la radio educativa fuera un propósito despasado. Sin embargo, es hoy cuando la radio educativa debe adquirir mayor vigor encontrando nuevas formas de presentarse a su audiencia.
Nosotros los comunicadores debemos tomar con valor este nuevo reto y demostrar que la radio educativa está más viva que nunca.





La sociedad y la radio han estado desde siempre fuertemente ligadas, encontrando la primera en la radio un vehículo para hacerse escuchar y escuchar a los otros. Pero en los últimos años, la radio se alejo de su motivo de ser y se acoplo a los requerimientos de la sociedad del consumo, podemos observar claramente esta realidad con solo darle una revisada a las emisoras en FM. Entonces la radio educativa parece la última legión en la batalla.

No se puede definir exactamente lo que significa esta, pero lo que podemos afirmar es que fueron y son el foro de expresión de ideas revolucionarias, sirven de apoyo a las instituciones nacionales e internacionales para la promoción de sus trabajos de desarrollo y por último es formadora de la actitud crítica de la sociedad.

Ahora, revisando su historia podemos comprobar que nació antes de la Segunda Guerra Mundial, pero ha sido justamente a partir de la década de los 50’ que sufrió modificaciones. Siendo quizá el cambio más importante el de los años 90’ cuando la radiodifusión educativa se vio en la encrucijada de unirse a lo mercantil o seguir trabajando como siempre lo había hecho.

Los fines que la radio educativa busca para el desarrollo de la ciudadanía según diversas investigaciones se manejan desde promover la reflexión, dar a conocer información actual, promover una educación no formal (me refiero a la orientación que da la radio para que la audiencia se empodere de su situación actual). En cuanto a la forma en la que se trata de lograr estos objetivos, existen tres maneras muy marcadas: las emisiones abiertas; los grupos de audición regular, donde las personas se unen a escuchar las emisiones radiales para posteriormente debatir sobre lo que han escuchado y así tomar decisiones colectivas pensadas y democráticas; y por último están los grupos de audición regular con similar estructura que los anteriores, con la diferencia que estos grupos tienen un tiempo de duración corto. Las últimas dos estrategias se apoyan en material impreso para reforzar el mensaje dado, siendo una manera creativa de combinar distintos medios de comunicación, además del hecho de ser mucho más efectivas al demandar un contacto más directo con sus oyentes.

Aunque la televisión y el Internet sean los que actualmente deslumbren a la población, debemos subrayar aquellas ventajas que tiene la radio sobre estos, como el hecho de que sigue siendo el medio más cercano a la sociedad y el que mejor reproduce la relación interpersonal. Es hoy, cuando la radio educativa debe enfrentar los retos de esta época sin perder su fin, el trabajo

es sin duda difícil pero con creatividad la tecnología se convertirá en su aliado (la radio digital es una muestra); la radio no debe negarse el uso complementario de otros medios que ayuden a aumentar su eficacia, los profesionales en la comunicación tiene mucho por investigar y crear en este ámbito, por que es necio pensar que todo ya esta dicho; uno de los retos más difíciles es la solvencia económica, y aunque el gobierno les sea esquivo y caer en lo mercantil resulte muy sencillo, la radio educativa tendrá la responsabilidad de crearse una forma de sobrevivir en este difícil terreno, no se le puede dar la espalda al tema comercial, no obstante deberá disponer de estrategias novedosas que pueden atraer a futuros auspiciadores; en la era de la globalización la radio educativa puede ofrecer caminos que permitan conocer y respetar tanto lo local como lo universal; resulta paradójico que el gobierno muchas veces le cierre las puertas a la radio educativa, cuando es ella quien establece un lazo más cercano con su población, y, por su naturaleza orientada a la investigación y creación, las universidades son las más adecuadas responsables de la radio educativa.

La radio educativa no morirá mientras existan personas llenas de ideas creativas y espíritu valeroso, dispuestas a trabajar de manera ardua. Siempre mirando hacia adelante, pero recordando la razón por la que están ahí.

BIBLIOGRAFÍA

MERAYO Perez, Arturo, Identidad, sentido y uso de la radio educativa

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