viernes, 8 de junio de 2012

REGULACIÓN DE LOS MEDIOS Y LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA

RESUMEN

El poder mediático nos hace tener una imagen de omnipotencia de los medios. En Latinoamérica se casi imposible criticar y analizar a los medios, sin que se nos etiquete de atentar contra la libertad de expresión, el panorama empeora hoy en día con la concentración de medios que ejerce más presión sobre la ciudadanía. A pesar de todo este contexto es muy necesario regular a los medios y hacer escuchar nuestras voces en el ámbito mediático.

Palabras claves: medios, ciudadanía, poder, concentración de medios, veeduría, leyes.

“La vida se vive hacia delante, pero se entiende hacia atrás”. Para los que hemos crecido en el siglo XXI, el mundo es cada día más grande, más pragmático, más inseguro, más complejo, el mundo cada día es un lugar más extraño y no sabemos porqué. Hemos nacido con el despertar de una era y nadie se tomo la molestia de decirnos cómo esta era llego a nosotros. El cambio fue rápido y sorpresivo, sin embargo si miramos la totalidad entenderemos cómo es que el mundo llego a este punto donde crecimiento no significa siempre desarrollo y donde tecnología no significa siempre una mejor calidad de vida. Si queremos dejar de andar a tiendas por estos años que nos han tocado vivir asumamos nuestra responsabilidad cómo sujetos de derecho, pero sobre todo como humanos.

Los avances tecnológicos han impactado en todas las facetas de la vida, pero es especial el impacto referente a los medios de comunicación, cada día están perfeccionando sus cualidades y atrayendo más atención del público. Pero, la tan mencionada era digital no es un mar de rosas, todo lo creado por el hombre siempre tendrá su lado negativo y su lado positivo. Engañarnos diciendo que mientras más medios más participación ciudadana es en vano. Los medios económicamente poderosos son los más visibles y estos son manejados por grupos de poder que muchas veces resultan intransigentes con la opinión pública, vista desde su óptica como simples cifras transformadas en número de ventas y ganancias, convirtiéndonos al final en masa; algunos medios de orgullosa dignidad han optado por luchar junto con la ciudadanía, pero no la tienen nada fácil, cuentan con muy pocos recursos, y sus esfuerzos iniciales raramente tienen gran aceptación, esto desilusiona a muchos y claudican, mientras que otros logran mantener la esperanza y consiguen forjarse una buena reputación.

Los medios desde sus inicios cautivaron a las personas: la prensa escrita, la radio, la televisión y el Internet, cada uno en su

época impactaron las actividades sociales, económicas, políticas y culturas de los países. Su inserción fue brusca y el proceso de asimilación lento, muchos se dieron cuenta de los increíbles beneficios que podían sacar de los medios de comunicación (un ejemplo histórico es la utilización de la radio en la doctrina del nazismo). En las escuelas no se nos dice sobre el poder mediático, no existen pedagogías referidas al procesamiento de mensajes de los mass media, ante esta facilidad para los empresarios, los medios se convirtieron en herramientas para conseguir la aprobación pública de las medidas que tomaban los poderosos. La concentración de poder en los medios de hoy amenaza con pasar del antiguo monopolio público audiovisual a un oligopolio privado (surgido por la debilidad del estado para contrarrestar las acciones del poder privado) , hecho muy negativo, pues la agenda mediática saldría siempre de acuerdo a sus intereses, eliminado el pluralismo informativo y por ende la diversidad de voces. No hay espacio para aquellos que osen pensar contraria a los dueños de los medios. Por esto la libertad de expresión se confunde con la libertad de empresa. Nadie niega el libre albedrío de los medios para expresarse, claro, sin que esto signifique mancillar la dignidad y minimizar las otras opiniones, pero usualmente se encubre el interés por seguir ejerciendo un poder insano frente a la ciudadanía con la premisa de la “libertad de prensa”. Estas uniones de poder mediático no solo funcionan a nivel nacional, sino también se están dando fusiones mediáticas trasnacionales, dejando casi ningún espacio libre para escapar de este enmarañado universo de intereses.

Se necesita hablar del tema, pero vivimos en una época, donde quienes deben darnos ayuda nos cierran la puerta sin si quiera escucharnos. Los partidos políticos han perdido su credibilidad, su capacidad de hablar por la sociedad, su visión y razón de ser se han transformado en palabras vacías que con cada acto de corrupción acentúan más su mala reputación. Los medios se unen con los políticos de turno que más les convienen y cierran el paso a los opositores, siendo más evidente su alianza en época de elecciones A los jóvenes nos es difícil creer, desconfiamos de casi todo lo que nos dicen, no por que así lo deseemos, sino porque hemos visto en el rostro de nuestros padres la desilusión y el fraude sufrido cuando las personas elegidas para representarlos olvidan sus promesas. La juventud en su mayoría a optado por alejarse de la militancia política, siendo negativo para la posteridad, porque la vitalidad de sus buenas ideas no llegan a la escena política, que aunque difícil y mal vista es necesario retomar y reformular. Visto desde esta perspectiva la población luce indefensa y sin probabilidades de luchar con éxito. Contrariamente a lo pensado la ciudadanía aún tiene ganas de batallar por sus derechos, en Europa con mejores avances en la conquista, pero Latinoamérica intenta ponerse al corriente. Unos y otros se unen al verse necesitados, dejan de lado sus diferencias al encontrarse con las mismas necesidades. Los problemas pueden sacar lo peor de la gente, pero también pueden terminar forjando lazos de solidaridad entre pobladores.

Al dejar de mirar a los medios como organizaciones intocables y todopoderosas, podemos comenzarlos a verlos como objeto de vigilancia y fiscalización democrática. En nuestro país la labor de las veedurías es casi heroica, pero muy satisfactorio a nivel ciudadano. Se define a un veedor como “el que observa con curiosidad las acciones de los otros, visitador, investigador, observador”, en relación con la observación y regulación de los medios podríamos decir que las veedurías son comisiones de control mediático en su papel con la población. Las veedurías peruanas tienen diversas formas de actuar: por medio de caravanas, monitoreos en los procesos electorales, asesorías a comunicadores, foros ciudadanos, talleres educativos, etc., y se encuentran en los departamentos de Arequipa, Chimbote, Trujillo, Cuzco, Iquitos y Lima donde se están en constante interacción con los habitantes y sus inquietudes acerca de los medios. En su contacto con el ciudadano de a pie han aprendido variedad de cosas, fortaleciendo su visión y su posición por el empoderamiento de las personas.



En el camino por la regulación de medios se han conocido aspectos puntuales. El hecho urgente de dejar de mirar al ciudadano como pasivos consumidores, incapaces de juzgar lo que se les ofrece por los medios y proponer nuevos e interesantes contenidos, sin satanizar a los medios como los enemigos públicos sino encontrando el punto medio donde se haga interesante a los mensajes de importancia nacional e internacional; también esta claro la necesidad de un ley que promueve el actuar correcto de los medios. Las veedurías propusieron una ley formada con la base de las opiniones de los ciudadanos, pero fue devuelta del pleno del Congreso a la Comisión correspondiente. Es cierto que hoy en día contamos con una ley de Radio y Televisión, pero como ocurrió con el caso de México, nuestra ley fue promovida por los dueños de los medios de comunicación muy intensados en crear una ley que los proteja a ellos. Por consiguiente dicha ley tiene grandes huecos en lo concerniente a sanciones por corrupción y normas que concreten los principios éticos, pero también han tenido logros como ser más estrictos con el horario de protección al menor, la cláusula de consciencia del periodista y los códigos de ética obligatorios.

Ciertos polos opuestos son errados, por ejemplo es interesante darnos cuenta como el poder político y mediático se niegan a recibir el apoyo y las críticas constructivas de la ciudadanía, siendo esta la razón por la cual tienen poder. La participación y la representación mediática se pueden complementar muy bien pues son de naturaleza semejante: el bien común. También no debemos pensar que la participación vendrá siempre de organizaciones formales, pues mientras más abierto sea el espacio de encuentro, más opiniones se podrán recoger y mayor será el nivel de alcance de los beneficios. Los ciudadanos se movilizan con entusiasmo un ejemplo es el reciente Ombdsman: el defensor del pueblo cuya misión es proteger a las personas de los abusos de la autoridad, en cualquiera de sus formas, instauradas en Suecia pero que el mundo comienza a desear imitar.

SÍNTESIS CONCLUSIVA

La ciudadanía quiere escuchar y ser escuchada, para eso necesita medios de comunicación a los que puedan mirar sin sentirse inferiores, sino participes del proceso comunicativo. Los comunicadores somos mediadores cuya razón de ser se encuentra en la población, reencontrarnos en ese camino es necesario. Requerimos asumir nuestra responsabilidad en el hoy, para que cuando se convierta en pasado, podamos entender aquello que cambio nuestro rumbo.

REFERENCIAS

ALFARO, Rosa María, Derechos comunicativos para la afirmación ciudadana, Perú
PEREZ, Alberto, El control de las concentraciones de medios de comunicación, DY Kinson, 2002, España.
QUINZIO, Jorge Mario, El Ombudsman: el defensor del pueblo, Editorial Jurídica de Chile, 1992, Chile.
VIEIRA, Manuel, Control social de servicios, Abya Yala, 2003, Ecuador.
ZEPEDA, José, La complejidad de los medios, España, 2009

COMPLEMENTOS

SITIOS WEBS
Concentración mediática
Ley de radio y televisión: análisis
Comunicación participativa

VIDEOS
http://www.youtube.com/watch?v=ZYk86xhC3vY&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=lRTEEMrmHAY

AUDIO

Entrevista a Lic. Lucy Arias O en http://www.4shared.com/mp3/zVDzcbQ6/entrevista_a_LUCY_Arias.html?
MEDIOS DE COMUNICACIÓN: UN ESPACIO DE ENCUENTRO CULTURAL

RESUMEN
El acontecer de este nuevo milenio implica muchos cambios, no solo tecnológicos, sino también sociales, en este ámbito están especialmente aquellos referidos a las interacciones culturales. Hablo de la interculturalidad y la diversidad cultural, muy mencionados en los procesos de desarrollo social, conflicto social y discriminación. Los escenarios que se producen a raíz de estos son múltiples: abarcar diferentes temáticas, actores y consecuencias. Exigiendo un tratamiento adecuado por parte de los medios de comunicación, donde el comunicador social tiene un papel de mediador e impulsador de espacios de encuentro.

Palabras clave: diversidad , cultura, interacción, diferencias, interculturalidad, diálogo.



Del Perú hay cosas concretas de las cuales gusto plenamente. Me agradan mucho sus danzas, su música, su comida, pero sobre todo me agrada esa forma como todo parece diferente, como ninguna esquina es igual a la otra, como ningún barrio es igual, es mas, como en un determinado espacio geográfico puedan existir diferentes formas de pensar y actuar. Me gustan las diferencias que nos hacen peruanos. Esta ha sido la constante de nuestro país desde hace cientos de años, la constante de América Latina diría, pero con el paso del tiempo el mundo se ha visto más mixto que nunca, hay un pedazo de la tierra en todos los rincones. Hablar de la interculturalidad es más actual y necesario de lo pensado, replantear cómo nos estamos relacionando con las demás culturas es sumamente necesario para un mundo que pretende mejorar en su calidad humana.

La cultura, fruto de la comunicación por ende de la interacción, es llamada también como aquella encargada de perfeccionar el estado natural del hombre como primate, es decir parte importantísima del proceso de hominización y yo diría de humanización. Partiendo de este concepto podemos deducir que la cultura no solo ha sido el motor de la acción de los pueblos ya sea una acción productiva o negativa sino reconocer lo valioso de nuestra propia cultura es parte fundamental para aprender a reconocer el valor de las otras culturas.

Como he mencionado en el principio el mundo vive un proceso de mixtura de culturas e identidades, debidas en su mayoría a la inmigración y la movilidad nacional, ya sea por la inestabilidad de algunos estados frente a la bonanza de otros. Como resultado aparecen la diversidad cultural y la interculturalidad, la primera existe en todos los países del mundo pero la interculturalidad a sido conquistada por muy pocos. La diversidad cultural es diferente en cada espacio, y por ser solo diversidad esta susceptible a los constantes conflictos surgidos de la discriminación, que cambia también de acuerdo al espacio geográfico que se presente; la discriminación para mí siempre ha sido el miedo al diferente o el miedo a lo nuevo, así en muchos países europeos vemos como se maltrata a los latinos, y como en países latinoamericanos se mira con burla a las personas provenientes de pueblos indígenas. El contexto actual nos exige valorar las identidades culturales, promover la igualdad, el diálogo y la integración con urgencia si planeamos vivir en un clima armónico, con clima armónico no me refiero a la homogeneidad de ideas, sino a crear un clima donde el diálogo origine espacios de encuentro que llevan a encontrar en las diferencias coincidencias, donde se respeten y coexistan las identidades culturales en su totalidad. Por otro lado la interculturalidad es un término de definición simple pero que comprende acciones muy complejas. Definiremos por interculturalidad a la relación entre culturas, entonces sería la interacción entre culturas.

Respetar la cultura de los otros no significa conformarnos con las apariencias de las manifestaciones visibles (danzas, música, pintura, etc.), sino significa respetar aquello que se encuentra de fondo: el espíritu de un pueblo. Atentar contra ese espíritu es lo más recurrente en nuestros días, donde se intenta imponer formas de pensar de países poderosos económicamente por medio de la homogenización y la fragmentación, siendo frecuentemente utilizados para estos fines los medios de comunicación. No se malentienda el respeto por nuestra cultura con el nacionalismo radical y la xenofobia, el primer escalón para la interculturalidad comienza valorando nuestra identidad, para luego respetar la identidad de los demás.

La globalización permite la conexión entre países, pero de una forma desorganizada y desequilibrada esta originando un caos enorme que da como fruto la imposición de una cultura “dominante”. Todos los días nos inundan de información, cantidades tan voluminosas que muchas veces nos es imposible de procesar, entonces asimilamos sin procesar, es decir tomamos todo lo que nos dan sin preguntarnos lo beneficioso o perjudicial del contenido, y no nos preguntamos cómo llego ese contenido a nuestras manos. Muchas veces, en cuanto a productos comunicacionales, se nos da lo que los poderosos quieren y no lo que realmente necesitamos. Las conexiones entre países deben ser promotoras de la comunicación efectiva y el intercambio de contenidos equitativo, eliminando el factor de la parcialidad y la imposición de formas de pensar.

El avance de la tecnología sorprende siempre, en especial el avance obtenido en los medios de comunicación. El universo digital tiene un alcance social colosal. Cuando los gobiernos se mantienen de espaldas ante las interacciones culturales, en el internet encontramos múltiples publicaciones online donde se establecen sitios de encuentro, intercambio de ideas, dando como resultado la generación de proyectos cooperativos. Los extraños nos volvemos cercanos, y aprendemos como son ellos y ellos aprenden como somos nosotros, dejamos de ser extraños para empezar a ser compañeros de esta vida terrenal. La mayoría de estas cosas no les conviene a los que manejan el poder, deseosos de que actuemos como masa y no como ciudadanía, comenzando a surgir medidas correctivas para estas acciones no deseadas teniendo como punto cumbre la radical iniciativa S.O.P.A. (Stop Online Piracy Act). Lo negativo del internet, es que no solo une grupos cooperativos con fines de mejoramiento social, también existen grupos antidemocráticos conformados con personas con intereses contrarios a la sociedad (lastiman la integridad humana) pueden relacionarse muy fácilmente gracias a las nuevas ventajas tecnológicas, poniendo en tapete la poca tolerancia existente.

Utilizando la interculturalidad podremos lograr mejoras colectivas, problemas que quizás no podíamos ver, pero que con el diálogo salen a flote. Aunque resulte duro no todas las costumbres son beneficiosas. Podemos no notarlo, pero existen múltiples costumbres agresoras de la integridad humana, un aterrador ejemplo es que en países de oriente aún se sigue castigando la infidelidad de la mujer con la muerte. La defensa del multiculturalismo no representa el abandono de los principios éticos universales, porque la integridad y el respeto por la vida son el sostén de la cultura.

Necesitamos encontrar el camino del comunicador en este nuevo panorama. Es un mediador por naturaleza, pero ahora requiere ser

SÍNTESIS CONCLUSIVA

El mediador inteligente es capaz de superar sus propios prejuicios y estereotipos. No es nada sencillo librarnos de todas los supuestos fabricados a lo largo de nuestra vida, pero necesitamos atender a las necesidades de la sociedad y no solo de nuestro grupo. Supone también ejercitar nuestra actitud tolerante hacia lo diferente, entiéndase tolerante no como sumiso sino como alguien capaz de respetar el pensar del resto, y dado el caso de ser un modo de pensar contrario, decir su posición de tal forma que no resulte superior, sino en igual trascendencia. Además debe ser cuidadoso en su léxico, teniendo cuidado en no caer en las tan recurridas comparaciones negativas o el etiquetaje.

El mundo sería un lugar sumamente insípido sin diferencias. No habría nada sobre que conversar, no habría nada sobre lo cual discutir, y por lo tanto nada que promueve el desarrollo. El trabajo inicia desde uno mismo y tiene como pilares a las instituciones públicas, privadas y a los medios de comunicación en busca de la cooperación y la interacción. El mundo necesita de esas diferencias para caminar y también necesita de humanos capaces de ver la enorme riqueza cultural que poseen juntos.

REFERENCIAS

ALSINA, Miquel Rodrigo, Comunicación Intercultural, Anthropos, 1999, España.
DOMINICK, Joseph R., La dinámica de la comunicación Masiva, Editorial Mc- GrawHill, 2001, México.
ISRAEL, Estrella, Comunicación y diversidad intercultural. Conceptos dispositivos y estrategias en red, 2011, España.
VOLPE, Fabrizio, Comunicación y cultura en el siglo XXI o La era del acceso, 2004

COMPLEMENTOS:

SITIOS WEB:
http://www.ceapedi.com.ar/imagenes/biblioteca/libros/147.pdf#page=45
http://portalcomunicacion.com/uploads/pdf/1_esp.pdf
http://interculturalidad.org/numero03/2_01.htm
VIDEOS ILUSTRATIVOS:
http://www.youtube.com/watch?v=4-8hcwfRiPE
http://www.youtube.com/watch?v=wSJi7QRndOc&feature=relmfu
AUDIO
http://www.youtube.com/watch?v=2iYBqf32Tl8&feature=g-upl o en http://www.4shared.com/mp3/j7dACFkH/divrsidad_cultural_2.html?