domingo, 13 de abril de 2014

Educar en diversidad, una ruta para la unidad

Las personas le tenemos miedo a muchas cosas, pero creo que existen dos circunstancias con las que nos sentimos aterrados: al cambio y a lo diferente. En algún momento de nuestra vida todos nos hemos aferrado a una situación o a una persona, y hemos sido incapaces de afrontar los cambios, porque lo rutinario, si bien no siempre es mejor, ofrece la comodidad de no asumir riesgos, aunque claro cada uno de nosotros y nosotras le tenemos miedo al cambio por diferentes razones. La otra gran constante es el miedo a lo diferente, que me parece está ligado con el miedo al cambio, encontrar a una persona que no encaja en “nuestros moldes” suele desencajarnos y provocarnos incomodidad, no estamos listos para afrontar el concepto de la diferencia como una cualidad, con frecuencia insistimos en que lo diferente se opone a nuestro modo de vida, por lo tanto este constituye a un miedo al cambio. Han sido esos miedos los que nos han puesto siempre al margen de las situaciones y que han provocado que aislemos a nuestros hermanos y hermanas.
El Perú es un país tremendamente diverso, no solo en lo que respecta a la naturaleza, sino también a lo humano (costumbres, religiones, razas, etc) a pesar de esto, todos somos conscientes de lo difícil que es aceptar nuestra diversidad. Probablemente lo peor de este rechazo a lo diferente, es el supuesto que se formula en la cabeza de muchos al pensar que “son superiores” a aquellos que son diferentes y por tanto son los “otros” quienes deben acomodarse a su modo de vida. Nos hemos pasado ciclos intentando que los “otros” se acomoden, se “culturicen”, por eso es que hemos creado tanto rechazo y recelo entre nosotros y nosotras. Sin embargo, existen muchas personas que han abierto sus sentidos y han podido captar la grandiosa oportunidad que se encuentra en lo diverso, en lo diferente. Espacios de encuentro que producen tantas rutas de desarrollo para nuestro país, aprendizajes para la vida y un progreso basado en el respeto. Existen muchas clases de diversidad y es urgente que reconozcamos que ninguno de ellas es un problema, únicamente solo constituyen otras formas de caminar.
La Asociación Pukllasunchis entiende que la diversidad cultural de nuestro país necesita ser re valorada y puesta en escena, en ese mismo marco descubrieron que hay otros tipos de diversidad que con frecuencia dejamos de lado. Hay niños que tienen dificultades de aprendizaje debido a ciertas condiciones físicas o mentales, Pukllasunchis se niega a llamar a estos niños y niñas discapacitados, ellos y ellas simplemente aprenden de una forma diferente, pero no significa que no puedan hacerlo, por eso es que son personas con habilidades diferentes. Parten de este hecho para no crear la concepción errónea de que esos niños y niñas son inferiores a nosotros, por el contrario intentan crear un clima de igualdad y participación donde todos y todas tenemos el mismo valor, y cada uno de ellos y ellas son compañeros de aprendizaje, y este es un aprendizaje que va más allá de los conceptos teóricos, es una aprendizaje para la vida.

Esta asociación se ha encargado de formular y trabajar su Proyecto de Inclusión Escolar, donde buscan que los alumnos y alumnas con habilidades diferentes puedan interactuar, compartir y aprender de manera exitosa con el resto de sus compañeros. Ellas y ellas se vuelven parte del proceso educativo, se les incluye en las actividades y también se les promueve otras actividades que tienen por objeto ampliar las habilidades que poseen. En este proceso de aprendizaje todos los miembros de la escuela son fundamentales: profesores, alumnos y padres de familia. La conexión entre estas partes es la única manera de garantizar un verdadero involucramiento para el desarrollo integral de todos los alumnos. Cabe indicar que no es un proceso que se lleve de manera improvisada, Pukllasunchis maneja su proyecto de manera sistematizada y organizada de tal forma que siempre están atentos a los avances y ajustes que tienen que hacer en él.
Como ya dije, para el proyecto es fundamental la participación de todos los miembros. Los profesores en aulas se vuelven guías, promueven vínculos para que entre los alumnos surja el real compañerismo basado en una cultura del respeto. Los padres y madres de familia no pueden perder de vista todo el proceso educativo que llevan sus hijos y deben ser, en lo posible, un empuje para que la interacción se vuelva más fluida, aunque antes es necesario que entiendan que este tipo de educación no se refiere a una convencional, sino que trata de incidir en temas de respeto y diversidad.
Con el objetivo de que esta sea una práctica que se multiplique en muchos más colegios, Pukllasunchis se encarga de difundir y compartir sus experiencias con otras instituciones educativas, además de coordinar actividades de capacitación para docentes y padres de familia con la Dirección Regional de Educación y la Oficina Municipal para la Atención de Personas con Discapacidad (OMAPED) en Cusco. De esta manera la novedad de la Inclusión Escolar puede provocar a los miembros de otras comunidades que estén dispuestos a ver en la diversidad oportunidades y retos para el desarrollo de la sociedad.
La experiencia de la Inclusión Escolar intenta ir más allá de una educación de calidad, de interacciones, busca que los niños y niñas con habilidades diferentes se vallan preparando de a pocos para la vida, para que en un futuro puedan ser ciudadanos activos, competentes para interactuar sin problemas en distintos contextos y se sientan capaces de vivir una vida plena. La Inclusión Escolar deja grandes frutos para los alumnos con habilidades diferentes, pero no son los únicos, sus compañeros de clase, aquellos que han aprendido que el respeto es esencial y que no hay diferencias que excluyan se llevan para sí mismos las lecciones más cruciales que les puede enseñar un colegio.

ANÁLISIS Y POSIBLE INCIDENCIA EN NUESTRA REGIÓN    
 
El proyecto de inclusión escolar de Pukllasunchis es sumamente interesante, porque ellos manejan el concepto de la diversidad como fortaleza, como una forma diferente de aprender. No se encasillan en las dificultades que puedan tener los niños y niñas intentan mirar con otras respectivas las situaciones en donde ellos están. Exploran y averiguan cuales son las habilidades que estos niños y niñas pueden explotar con mayor facilidad.
Pukllasunchis entiende que los alumnos con habilidades diferentes no viven fuera de nuestro mundo, y es imperioso que ellos y ellas formen parte activa de nuestra comunidad, además nosotros necesitamos garantizar el cumplimiento de sus derechos, que nosotros podamos interactuar con ellos sin miedos, sin recelos. Los miedos que tenemos a lo diferente pueden tenernos al margen de estos niños y niñas, pero la convivencia y el respeto hacia ellos es la única vía para que aprendamos a vivir en armonía y nos ayude a ser mejores personas. Pukllasunchis nos dice que en este proyecto todo ganamos: niños y niñas, padre y  profesores, aprendemos a ver el mundo de otra manera. Un mundo sin barreras.
Es necesario entender que el proyecto no es para nada improvisado, fortalecer lazos y promover el respeto pueden ser objetivos muy difíciles de obtener si no contamos con un plan establecido, con constantes reuniones y capacitaciones. En nuestro país se busca promover la Inclusión Escolar, el problema de esta buena intención, es que se quiere hacer de una forma muy improvisada, como si de esta manera les estuviéramos haciendo un bien a los niños y niñas. Si no sabemos hacia dónde vamos, en vez de provocar espacios de encuentro estamos distanciándonos más, no se puede pretender que la Inclusión Escolar entre en los centros educativos que no cuentan con capacitaciones, charlas y talleres, eso es inverosímil y mucho menos en un país como el nuestro, donde las personas le tienen tanto miedo a lo diferente. Si el gobierno quiere traer esta magnífica novedad a muchos más centros educativos, debe hacerlo, pero siguiendo un debido proceso y abriendo todos los espacios de diálogo posible, pues si todos los miembros del colegio no se sienten involucrados e interesados muy poco cambiará la manera de pensar en ellos y ellas, peor aún se podría pretender crear reales vínculos entre todos.
El proyecto de Pukllasunchis puede trasladarse a nuestra región, si al igual que ellos somos capaces de entender que este proceso será largo y que necesita de la participación de todos los miembros de la escuela. En la región existen cientos de colegios (entre particulares y nacionales) tenemos miles de estudiantes, plantear la idea de que el proyecto se lleve a cabo en todos los centros educativos es muy osado y arriesgado. Mucha mejor idea sería que dos o tres colegios en Chiclayo puedan desarrollar estas nuevas prácticas, pero antes los integrantes de estos colegios deben participar en charlas y debatir las rutas que se van a tomar a partir de estos nuevos cambios. Las tácticas para la Inclusión Escolar se deben perfilar de manera diferente, pues el proyecto de Pukllasunchis se realiza en la sierra de nuestro Perú y eso conlleva un contexto diferente, pero se deben mantener las mismas metas y el mismo espíritu de respeto y cooperación.
Los padres de los niños son probablemente los más reacios, sus reacciones suelen ser negativas ante la posibilidad de que sus hijos estudien con “discapacitados”, es por eso que antes de asumir estas prácticas deben realizarse varias reuniones en las cuales los padres y madres de familia puedan decir todas las dudas, objeciones y propuestas que tienen para este proyecto, se tiene que dejar en claro que el respeto es algo que parte desde casa y que ellos y ellas finalmente son el primer ejemplo a seguir de sus hijos e hijas. Por otro lado es necesario también incidir en el tema de los padres y madres de los niños con habilidades diferentes, son ellos y ellas el soporte de sus hijos pero con frecuencia esta imagen no se ve, los padres de estos niños suelen optar dos posiciones: la acción o la inercia; en la acción los padres buscan todas las formas posibles para involucrar a sus hijos en procesos sociales, desean que ellos formen parte del mundo y que no sean excluidos; en la inercia los padres y madres prefieren que llevar a sus hijos a centros médicos y colegios especiales, pasan entonces el menor tiempo posible con ellos porque no saben cómo afrontar las diferencias de sus hijos, esto se ve muy especialmente en Chiclayo. Por tanto este debe ser un punto muy importantes: los padres son el soporte de estos niños, pero necesitan ser orientados, necesitan sentirse acompañados y apoyados para que aprecien que el desarrollo integral de sus hijos es posible y no solo un sueño, pero los padres tienen que entender que esta meta solo será posible si se comprometen al cien por ciento con ella.

Estas experiencias en clases, pueden ser posteriormente compartidas por los colegios y capacitar a los centros educativos que se encuentren dispuestos a asumir estos retos. Las dinámicas de cooperación e integración ayudarán a impulsar el respeto por cada uno de nosotros, fortaleciendo además el compañerismo y la hermandad.


HOJA DE RUTA


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