ENSAYO: LA PARTICIPACIÓN DE LA AUDIENCIA

INTRODUCCIÓN

En la radio son las voces las protagonistas de cada día. La voz del locutor nos deja vislumbrar su rostro, a su vez los efectos de sonido y los planos sonoros dibujan el escenario. Todo bien armado constituye un escenario sonoro perfecto para nuestros oídos, un escenario que nos pone a nosotros en primera fila y nos sentimos muy cerca de la radio. Pero a diferencia de la televisión, en donde nos quedamos perplejos viendo como otros y otras hablan, discuten y se divierten al aire, viendo como ellos y ellas son los protagonistas de las historias, la radio nos ofrece la increíble oportunidad de ser nosotros los protagonistas, y no solo en teoría, sino sobre todo en práctica. En la radio nuestras voces pueden ser escuchadas por el locutor o locutora y por el resto de la audiencia. La participación de todos y todas da vida a diferentes contextos e involucra retos para los radialista, hoy en día cuando las redes sociales han llegado para volver más interactivos a los medios es indispensable volver a pensar que se trata y cómo se trata a la participación de la audiencia en la radio.

La participación de la audiencia se trata de darle cabida a las voces de los oyentes en los programas radiales, es decir crear una interacción en la que se intercambien roles entre el emisor y el receptor. Dicha participación se da principalmente de dos maneras: de forma directa y de forma indirecta. La forma directa es cuando un oyente puede salir al aire a ofrecer una inquietud, una opinión o sugerencia sobre el tema que el programa radial está tocando, por su parte la participación indirecta habla del recojo de datos y opiniones para formar luego algún tema o llegar a alguna conclusión. El segundo modo es indispensable al menos en la elaboración y en el monitoreo del rendimiento de un programa, sin embargo la segunda puede o no puede ser optada por el equipo radial. Aunque si hablamos de radio, hablamos de participación, y esta tiene que ser una participación que se escuche. Estos son modos generales en los cuales se da la participación, existe otros modos más específicos, como aquellos que hace referencia en la investigación realizada en la Universidad Autónoma de México, en ella se averiguaron los modos de participación que la gente prefiere utilizar, como el modo más básico encontraron el hablar por teléfono, luego le seguía la sugerencia de temas, que el oyente tenga la posibilidad de fungir como locutor o reportero y por último participar en la organización de la programación, estos dos últimos tienen que ver con un mayor involucramiento por parte de la audiencia y son procesos mucho más complejos, sin embargo las personas participes de la investigación dijeron que para ellos y ellos resulta muy importante poder dar sugerencias, encontrándose esta en la quinta parte de las preferencias. Por otra parte también existen varias tipologías de la participación ciudadana, entonces se les ha clasificado en función a la finalidad que cumplen para el oyente, en función al contenido que expresaran, en función de los códigos lingüísticos utilizados, en función de la realización técnica, y en función a la planificación temática, esta clasificación es estudiada por Susana Herrera Damas en la tipología de la participación de los oyentes en los programas de radio.

Ahora, el tema de la participación de la audiencia no puede ser tomado muy a la ligera, su uso en la radio requiere una debida estructuración, pues esta participación trae consigo una serie de convenientes e inconvenientes. Haciendo referencia al oyente, la primera ventaja es la de permitir a los oyentes satisfacer las necesidades comunicativas, una necesidad plenamente humana y que todo ser humano necesita con urgencia satisfacer. La radio lo permite porque es un medio que provoca acercamientos, así se hizo notar en una investigación que tiene por nombre rasgos diferenciales de la radio como medio de participación, en esta se señala que existen diversos criterios por los cuales se le acredita a la radio por ser el medio participativo por excelencia, en los cuales está que debido a su especificidad sonora posibilita una mayor proximidad psicológica entre el emisor y el oyente, esta misma cercanía es crucial para que el oyente pueda satisfacer sus necesidades comunicativas. A su vez al darle la posibilidad a  los oyentes de que se comuniquen, estamos ampliando la esfera pública, y esto significa poner la mayor cantidad de puntos de vista a la disposición de los radialista y de la audiencia, la pluralidad de ideas y opiniones nos permite romper nuestra burbuja y lograr divisar en cierta parte lo complejo del panorama y así poder buscar las soluciones más convenientes. Otra de las ventajas para los oyentes, es que al poder hablar por la emisora, ellos y ellas pueden hacer conocer sus inquietudes de manera más rápida y eficaz, esto resulta también beneficioso para el medio que puede reforzar su credibilidad y brindar una rápida ayuda para los oyentes, esta ventaja puede ser mejor utilizada en los programas de consulta sobre algún tema en específico, quizás un programa sobre la salud.

Dentro de estas ventajas para el oyente, también se encuentran insertadas ciertas ventajas para la emisora. La primera ventaja más concreta para la emisora está en el hecho de que al interactuar con el público de forma constante, nos permite conocerlo más y así realizar un retrato más preciso, pero se debe tener cuidado en este punto, pues no se puede asegurar que toda nuestra audiencia participara en el programa, existen muchas personas que nos e encuentran dispuestas a llamar a un programa de radio, entonces esta ventaja pueda que no se presente, sin embargo con las nuevas tecnologías a nuestra disposición y la aparición de las redes sociales, un gran número de la audiencia se encuentra dispuesta a opinar,  participar y supervisar el trabajo radial, en especial a lo que respecta al periodismo, tal y como se menciona en el capítulo 5 de nosotros, el medio. Como se señala en este capítulo la audiencia a través de la participación se vuelve analítica con respecto al trabajo de los locutores y locutores, es decir que puede servir como un ejercicio crítico por parte de los oyentes hacia la labor periodística, lo que le sirve al resto de equipo de producción para reflexionar sobre la programación y lo que se está realizando al aire. La participación también le otorga al programa una mayor cantidad de recursos informativos, los oyentes se convierten en agentes activos de la noticia, trayendo información y detalles nuevos de algún suceso, es obvio que el radialista no puede dar fidelidad de las palabras del oyente sin haber hecho antes una confirmación de los datos, pues esta es parte esencial de la participación. Otra ventaja bastante conocida por las radios regionales, es que a través de la participación de la audiencia, más comúnmente a través de llamadas se puede armar un programa radiofónico, así es, esta participación sirve para rellenar espacios y produce los mínimos costos. Finalmente se encuentran dos ventajas esenciales de la participación y por qué no decirlo las más resaltantes: la participación permite que el medio se acerque a la audiencia de una forma más efectiva, las personas no solo se sientan más vinculadas por el hecho de que escuchan lo que les dicen, y sino también porque ellos y ellas son escuchados; al mismo tiempo esta interacción le permite a la programación volverse más dinámica y más ágil, porque existe un cambio de roles entre emisor y receptor, y porque cada uno de los oyentes es un complejo mundo, que tiene su propia opinión respecto a un suceso y por ende la participación nunca podrá ser igual.

Ahora que pudimos revisar las ventajas de la participación, nos toca hacerlo mismo con las desventajas. Las desventajas están ligadas a las ventajas, debido a que ambas son las caras de una misma moneda. Así por ejemplo a la ventaja de tener una diversidad de opiniones, se le opone la desventaja de que al tener tantos puntos de vista se cree una anarquía informativa, esto plantea un panorama bastante difícil para el radialista que tendrá que ordenar y jerarquizar toda la información que llegue; al existir una pluralidad de voces es muy probable que muchas de ellas sean demasiado particulares, es decir que respondan a temas específicos de su vida personal, y que no sean de interés de toda la audiencia. Si la participación crea cercanías, muchas radios podrán utilizar esta fórmula de manera tendenciosa, es decir, aprobarán que salgan al aire solo aquellas opiniones que van de acuerdo con las suyas, y que por ende beneficien la imagen de la radio, esta misma parcialidad se puede utilizar de una manera meramente comercial, haciendo uso de ella únicamente para que la audiencia se siente atraída por los auspiciadores del programa. Otro problema que trae consigo la intervención de la audiencia en los programas es que estas pueden ser muy exageradas o quizás ofensivas, muchos casos se han dado donde las personas han tenido fuertes discusiones y han lanzado improperios en contra de las autoridades e incluso de los mismo locutores y locutoras, así mismo estas personas que les gusta tener el protagonismo en las intervenciones suelen ser las que más llaman a las emisoras y le quitan la oportunidad a otros oyentes para que su llamada sea escuchada.

Con el internet como herramienta de la radio, se fortalece e intensifica la participación de la audiencia, y por ende sus ventajas y desventajas hacen lo mismo. La aparición del internet ha provocada diferentes cambios para los medios de comunicación, así esta herramienta tecnológica genera nuevas formas de participación, por ende las cualidades de esta herramienta tienen que ser analizadas en el campo del trabajo radial, tal y como se ha realizado en una investigación hacia el trabajo periodístico radial: El uso del internet en la producción periodística radiofónica.

Como hemos visto la participación ciudadana involucra muchos riesgos y beneficios, como toda actividad comunicativa traerá consigo una serie de resultados, lo cierto es que aunque la participación traiga consigo serios problemas, un equipo de radio no se puede permitir hoy en día excluir una fórmula tan eficaz como ella, sobre todo porque le permite al radialista apreciar las opiniones de su público para el desarrollo de los temas y crear en la audiencia un vínculo humano con la radio. Las personas reclaman ser escuchadas,  y la radio debe darles la oportunidad de hablar, claro que este proceso tiene que realizarse de la manera más organizada y transparente que se pueda, para mejoras en la relación de la radio y su público.

BIBLIOGRAFÍA

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PARDO, Romeo, Expectativas de la participación en la radio UAM, 2000.