sábado, 18 de mayo de 2013

PROGRAMANDO LA RADIO COMUNITARIA

RESUMEN

La radio se debe por completo a la audiencia, para ella nacio y ella decidirá cuando es la fecha de su muerte. Esa devoción a la audiencia se encuentra muy bien reflejada en la radio comunitaria, luchadora incansable no solo para entretener a la audiencia, sino para que a través de su trabajo dinámico apoye a su desarrollo integral. Pero si queremos revisar el trabajo de la radio comunitaria antes debemos pasar por el estudio que le compete a todo tipo de radio: la programación radial, el trabajo de los locutores y locutoras, la creación de cuñas y  el género dramático, todos ellos pilares en lo que se refiere a interacción con la audiencia radiofónica.

PALABRAS CLAVE: radio, programas radiales, género dramático, cuñas, radialista, ciudadanía.

DESARROLLO DE CONTENIDOS.

Me pongo a pensar en esa enorme necesidad que tengo de hablar, en realidad, es una necesidad que tenemos todos, la necesidad de sentir que lo que pensamos es importante y los demás quieren escucharlos, de sentir que estamos aportando algo positivo. También requerimos de escuchar las voces de los demás, porque sus voces son compañías, son afectos nos liberan de la soledad. ¿Sino porque es en la noche cuando los niños tienen más miedo? No es solo por la oscuridad, sino también porque en la noche existe un silencio que los hace sentir solos, indefensos. Así es, el silencio nos hace sentir débiles, abandonados. Es por eso que muchas poblaciones del mundo entero reclaman la atención de sus  Estados y el resto del planeta, porque no encuentran unos oídos que los escuchen y una boca que les hable a ellos y ellas, no se puede pretender que se sientan felices e integrados si no les damos algo tan elemental como el derecho a la participación ciudadana. En ese punto es donde la radio puede lucirse, porque siempre ha sido ella la más capacitada para comenzar el diálogo, para crear un espacio de encuentro con la diversidad de opiniones, con el desarrollo integral de todos los pueblos, y la radio que mejor sabe hacer este trabajo es la radio comunitaria, que lleva más de medio siglo trabajando de manera ardua y sin descanso, porque sus sueños son grandes y su valor y coraje también.

Radios Comunitarias existen miles en el mundo, fijemos en América Latina, observemos algo de su historia. En el año de 1920 se dará en Argentina la primera transmisión radial para un público masivo, marcando la pauta para el resto del mundo. Con la aparición de los transistores la radio se puso al alcance de los pobres, entonces Radio Sutatenza nació en Colombia en 1948, siendo ella la primera radio educativa de América Latina, la cual estuvo en servicio durante cuarenta años y que fue uno de las emisoras más escuchadas en Colombia; en otra parte del continente, exactamente en Bolivia se fundaría en 1950 “Radios Mineras”, trabajo radial creado con la intensión de defender los derechos de los trabajadores mineros y reivindicar el valor de los sindicatos de este sector. Estas son las dos primeras muestras de trabajo comunitario en nuestra América, desde aquellos años la labor de los radialistas no se ha detenido, ellos y ellas están listos para emprender nuevos proyectos y asumir los retos que el contexto les demande, para muestra un botón: El testimonio de Lebrija

Las radios comunitarias, no  son radios improvisadas, como toda radio requieren de un planificación y una producción bien estructurada, los comunicadores necesitamos saber y entender cómo podemos hacer nuestra programación y que puntos debemos tener en cuenta para ello. Existen cuatro tipos de programación que podemos elegir: programación total (emite una diversidad de contenidos a una audiencia variada) , programación segmentada (donde se elige un muy determinado público), programación especializada (donde se especializa la programación teniendo en cuenta los contenidos) y las radio- fórmulas (donde se determina un formato específico para utilizar durante las transmisiones). Tengamos en cuenta que programación segmentada y la programación especializadas responden a un contexto publicitario y comercial, por lo que en la radio comunitaria se tiende a usar la programación total, claro que no se descarta del todo el uso de los otros tipos. 

Antes de empezar a pautar nuestra programación tenemos que tener en cuenta ciertas cosas sobre el trabajo que debe realizarse en toda radio. Como productores tenemos que luchar siempre por sacar adelante un producto bien elaborado, estamos en competencia con las otras emisoras, pero eso no significa que nos pongamos a despellejarnos vivos entre nosotros, una sana competencia es lo que tanto necesita el mercado radial; nuestro  público no es una masa, pero nuestra programación debe ser masiva, entendiendo a la masividad porque nos estamos dirigiendo a una gran cantidad de personas y son muchas las temáticas que nos encargaremos de tratar; nuestro público necesita sentirse incluido en la programación, no solo por participaciones virtuales o telefónicas, la radio de hoy en día tiene que salir al encuentro con su audiencia en la calle, una interacción más concreta y ciertamente más efectiva, así combinando todos estos caminos de diálogo e interacción, nuestra audiencia puede contarnos lo que piensa a cerca de nuestra programación, que espera de ella o que desea que nosotros transmitamos, este es un trabajo de GANAR-GANAR:  gana la audiencia siendo escuchada, gana la radio al poder mejorar y desarrollarse con los comentarios de su público. El productor radial y junto con los demás trabajadores radiales tiene que concentrarse en crear una programación capaz de cautivar, de sorprender, que no caiga en la rutina, que sepa llegar al público y que el público puede llegar a conectarse con ella. Tampoco se trata de pensar que únicamente los programas en vivo logran establecer conexión con el público, muchos tipos de enlatados tienen gran repercusión en la audiencia, todo se trata de cómo sea tratado el enlatado en la programación y por los locutores y locutoras. En realidad mucho depende de la actitud que tenga el equipo de radio y de lo capacidad creativa con la que cuenten para elaborar las propuestas radiales.

Sabiendo esto, podemos comenzar a describir cuáles son los pasos para armar una programación: 1) Tendremos que definir el perfil de la radio y a qué públicos ira dirigido la programación 2) Analizar las variables que rodean la programación: la realidad contextual en la que se da, las características de los públicos, el trabajo que viene realizando la competencia y cómo se encuentra preparado nuestro equipo de trabajo 3) Plantear un estilo propio que este guiado por los objetivos de la programación. 4) Situar los horarios de los programas de manera que correspondan con las necesidades y características del público 5) Elaborar una parrilla de programación bien equilibrada: se deben poner diversos formatos y géneros, además se deberá contar con locutores y locutoras que diversifiquen la voz de nuestros programas 6) Evaluar la efectividad de la programación antes, durante y después de su difusión, tales evaluaciones necesitan ser hechas de manera periódica.

La programación debe ser un amor a “primer sonido” con el público, entonces los títulos de los programas deben ser lo suficientemente sugestivos, no nos apresuremos en elegir un nombre para nuestra producción, tenemos que revisar varias alternativas antes de aventurarnos a bautizas a nuestro programa. En el último paso para armar un programa se hablaba de la evaluación periódica, varios de los que emitamos no tendrán la acogida necesaria y tendrán que ser sacados del aire, pero no seamos unos padres desconsiderados con nuestro programa, aprendamos de él fracaso que este tuvo, tenemos que averiguar cuáles fueron las razones por las cuales el programa no funcionó. Si solo nos dedicamos a eliminar programas podremos con facilidad volver a caer en los mismos errores.


Puede que una oyente disfruta mucho la primera emisión de un programa, desee con ansias volver a verlo, pero ella debe ir a clases, luego trabajar medio tiempo en alguna tienda y llegar a hacer sus quehaceres, lo olvida por completo. Ese primer flechazo se desvanece. Nosotros tenemos la obligación de recordarle a ella a qué hora dan ese programa que tanto le gusto, sino de nada habrá servido tanto trabajo. Las cuñas promocionales se encargarán de recordarle al oyente los diferentes programas que tenemos a su servicio, además de crear una buena imagen de nuestra emisora. Con frecuencia se utilizan las cuñas con fines publicitarios, y se dan en este campo muy llamativas propuestas que van dirigidas a estimular el subconsciente de los oyentes, porque después de todo, las cuñas buscan insertarse en nuestra memoria para que funcionen como recordatorios. La radio comunitaria también elabora muy creativas cuñas, pero su trabajo va enfocado hacia las cuñas educativas, que buscan entrar al subconsciente de las personas pero para mejorar su calidad de vida y también para explorar su lado solidario y cooperativo. Existen muchas clases de cuñas: habladas, dramatizadas, jingles, testimoniales, humorísticos, podemos utilizar la que mejor encaje con nuestro objetivo y sobre todo con nuestro público. Este es un trabajo puramente creativo e innovador que ayuda a dinamizar la programación y a dejar un mensaje de forma más efectiva y perdurable.

Ya que hemos hablado de las cuñas y de lo creativas que pueden ser, veamos un género por demás creativo y muy utilizado en las radios comunitarias. El género dramático. Varios autores señalan que dicho género es una forma de arte casi extinguido, aunque esto pueda parecer si uno escucha las radios comerciales, si nosotros  y nosotras ponemos atención a otro tipo de emisoras podremos notar que aún se usa con regular frecuencia el género dramático, ya que este responde a un proceso de transmisión formativo y por ende es que el que ayuda a promover el empoderamiento de la ciudadanía. El género dramático tiene tanta incidencia en los oyentes debido a que este nos cuenta historias que tienen cierta familiaridad con experiencias vividas por nosotros o alguna persona cercana, pero sobre todo porque los personajes suelen provocar en nosotros un empatía debido a que tienen una personalidad que se puede llegar a parecer a la nuestra. Para contar una historia de esta índole tenemos que pasar por un proceso de análisis donde no solo se acordará lo que vamos a plantear sino también a quienes se lo vamos a contar, y cómo se lo vamos a contar, podemos leer el siguiente documento para saber más al respecto: http://interaudio.org/mos/interaudiodoc/handout/Materiales%20des%20aprendizaje%20(spanisch)/De%20la%20idea%20al%20drama%20radiof%F3nico%20completo%20(H%F6rspiel).pdf

Hay que tener especial cuidado en la narración del conflicto, pues no se trata de poner simplemente un problema, sino saber ponerlo dentro de la historia y de qué manera esto llega a complicar la vida de los protagonistas, no caigamos en el error de crear historias poco creíbles que nos complacerán a la audiencia.  Podemos tratar los conflictos básicos de los dramas que son la culpa, el deseo, el peligro, el misterio, si bien estas variables se suelen repetir en el género dramático, la manera en la que lo enfoquemos será la decisiva para saber si realmente estamos haciendo un trabajo creativo, sino fijemos en las obras literarias clásicas y
como pueden hacer de una pequeño conflicto la historia más grandiosa y apasionante; también al escribir el desenlace evitemos caer en los finales fáciles que resuelven todos los problemas de una manera casi mágica,  ese es el error más común en las producciones audiovisuales, no lo cometamos, dotemos de realismo a la narración y hagamos un final que esté acorde con lo planteado en el desarrollo de la historia; como ya expuse, las dramatizaciones radiales tienen la característica de que sus personajes conectan con rapidez con la audiencia, así que mientras más humano y más cercano al contexto en que estemos emitiendo el programa, más incidencia habrá en el público. Antes de terminar con el género dramático me gustaría hacer dos observaciones: la primera se refiera a la estructura de la historia y al tipo de historia: no nos centremos únicamente a la narración de historias lineales, historias con saltos en el tiempo o el espacio pueden ser muy entretenidas para el público. No debemos encerrarnos en contar tragedias, probemos con las comedias, los sociodramas, radioteatros y radionovelas, el género dramático es un mundo maravilloso por explorar; lo segundo que quería acotar es que en toda dramatización se tienen que tener en cuenta los efectos de sonido y la música: la cantidad requerida de recursos sonoros ayudará a darle realismo y a crear más claramente las imágenes mentales en la audiencia, la música que es puesta en el momento preciso de la historia y con su debido tiempo, ayudará sin lugar a dudas a repotenciar todas las emociones que crea la historia.

Los primeros conductores de estas emociones son los locutores y las locutoras. Anteriormente se decía que solamente aquellas personas poseedoras de una impecable voz podía hacer radio, entonces gran parte de la población quedaba restringida para asumir esta labor. Hoy en día es diferentes, es especial en el trabajo de la radio comunitaria, donde lo que se busca es crear cercanías con la audiencia y una voz perfecta difícilmente podrá lograrlo. No me refiero a que los conductores y las conductoras deban salir de manera improvisada a locutar un programa, ellos y ellas deben contar con una debida preparación. Primero deben lograr deshacerse de los nervios, asumir de manera tranquila el control del programa contando con el apoyo del equipo de radio; deben tener una buena articulación y dicción en las palabras, porque el mensaje requiere ser entendido con total claridad para su mayor efectividad; en los casos que le toque  leer un texto al locutor este tiene que hacerlo de tal manera que los oyentes no puedan percibir la lectura, pues esto les causaría malestar; el locutor tienen el permiso y el deber de improvisar pero solo podrá hacerlo si se encuentra bien informado acerca del tema, no se trata de hablar por hablar.En la radio los locutores tienen que tener en cuenta el lenguaje de la audiencia y tienen que sentir la presencia de la audiencia, aunque no estén físicamente el locutor y locutora deberá conectarse con ellos y ellas.

La radio comunitaria sabe de emociones, sabe de palabras, mejor dicho ella sabe de encuentros. La radio comunitaria siempre busca y seguirá buscando darle espacio a todas las voces especialmente a aquellas que por años han carecido de quien las escuche, porque pensaron que eran menos importantes que otras voces. Todos somos iguales en derecho, y porque somos iguales es necesario que respeten que nuestras diferencias, es necesario que respetemos todas aquellas formas de ver el mundo, que unidad buscan el desarrollo de los Estados. La radio comunitaria es un espejo para que podamos valorar lo que somos, para que sepamos hacia donde estamos caminando y con quienes estamos caminando, pero el trabajo del radialista no queda ahí, pues de ese modo nos encerraríamos en nuestra realidad, el trabajo de la radio comunitaria buscará exponer los temas de todo el Estado y conocer cómo se afrontan otros lugares sus problemas, así conociéndonos podremos entablar u diálogo fluido en pos de la cooperación ciudadana. 


El estudio de la radio comunitaria merece deshacernos de ciertos estereotipos acerca de su trabajo. Una radio comunitario no son solo aquellas que se transmiten por AM, aquellas que no cuentan con licencia para trabajar, aquellas que están hechas de forma artesanal y con escasos recursos económicos o aquellas que no emiten publicidad comercial, en realidad la radio comunitaria puede darse en cualquier caso y con distintas características lo importante es que mantenga ese espíritu propio de ellas: democratizar la palabra, hacerla para todos y todas. La audiencia es quien fortalece el espíritu comunitario de la radio, quien refuerza la vocación de miles de radialista en todos los rincones del mundo, la audiencia es quien nos dará su voto de confianza, y nosotros debemos responder con responsabilidad a esa confianza. El quehacer de la radio comunitaria responde a ciertos objetivos específicos: el de contribuir al desarrollo teniendo como impulsador de este a la comunicación, ampliar la democracia de manera que cuestiona y exige transparencia política, defiende los derechos de los seres humanos y la responsabilidad que estos conllevan para cada uno de nosotros y nosotras; se encarga de proteger la diversidad cultural y estimular los productos culturales de cada región, hoy en día tan amenazados por las empresas que buscan convertirnos en una masa homogénea de gustos y pensamientos.

La radio comunitaria tiene que cumplir con su audiencia, y en el siglo XXI existen bastantes herramientas que la ayudan a lograrlo de forma más rápida. La nueva era le brinda beneficios a los radialistas y a sus oyentes que solo en las novelas de ficción estaban escritas. Para nutrir de variados contenidos nuestra programación podemos utilizar el internet, inmenso mundo lleno de usuarios, bloggers y demás; el internet se ha convertido en el espacio de encuentro e intercambio de contenidos, propuestas e ideas de los radialistas comunitarios, en la Serie de Trabajo y Tecnología "Sintonía Digital" nos hablan acerca de la radioteca, leeamos el documento: http://bibliotecadigital.educ.ar/uploads/contents/SINTONIADIGITAL2.pdf . Partiendo de la cualidad de almacenamiento y búsqueda de información, sería interesante que existieran una radio a la carta, que respondiera a las necesidades de este tipo de radialista, esto los ayudaría no solo a nutrir su programación con nuevos formatos y temas, sino que también permitiría mantener informado y capacitado al comunicador. Los telecentros es una manera de permitir que las personas interactúen con nosotros y sobre todos con otros pobladores de otras lugares a través de la tecnología, entonces se pueden llegar a intercomunicar con familiares y amigos que se encuentren en otros países o quizás en algún lejano lugar del país, también se pueden desarrollar programas educativos que servirían mucho, especialmente en el trabajo con los niños y niñas,  por último podemos llegar a desarrollar   de forma amplia el desarrollo comercial de la comunidad, brindar acceso a los servicios públicos y ayudar en el comercio interno dando a conocer los precios del mercado.

La radio es el medio de mayor cobertura en América Latina, y a veces el único con que cuenta la población aislada por las condiciones geográficas adversas y por la falta de caminos transitables, por este motivo es que un gran número de radios comunitarias se encuentran en estas zonas, porque a las personas les urge un medio como este. Por eso mismo es que resulta tan paradójico, que a estas radios se les ponga tantas trabas a la hora de brindarles apoyo para que florezcan, aduciendo que el espectro radial está lleno (cosa falsa, pues el espectro radial cuenta con una enorme capacidad), y creando problemas en su legalización. Las radios comunitarias tienen entonces un camino más que difícil en el contexto actual donde lo comercial y lo político marcan la pauta a la hora de las decisiones sobre el sector de comunicaciones.

SÍNTESIS CONCLUSIVA

El trabajo de la radio comunitaria es sumamente complejo, al no responder a intereses económicos individuales, ellos están exclusivamente atados a su audiencia y es por ella que deberán estructurar una apropiada programación, y para mantener enganchados al público, para esto pueden utilizar el recurso rápido y eficaz de las cuñas, más si lo que quieren es un mayor involucramiento con los temas las dramatizaciones les ofrecen una gran alternativa que no podemos dejar de lado, es más podemos aprovecharlas ya que en particularmente en nuestra región serian un recurso innovador y por demás creativo. Los locutores y locutoras de las radios comunitarias se mantienen lejos de la vieja figura de la voz perfecta, para acercarse más a una voz con la que los oyentes se puedan sentir conectados e identificados, una voz que puedan considerar su amiga. En el camino de la radio comunitaria existen  un millón de dificultades las cuales tienen que afrontarse planteando un bloque unido de radios comunitarias, populares y educativas, que deseen mejorar el panorama desigual de la legislación. Aunque sea una tarea difícil,  responder a los desafíos que involucra una verdadera responsabilidad con la ciudadanía trae consigo una enorme satisfacción para el equipo de la radio comunitaria.


REFERENCIAS

HAUSMAN, Carl, Producción en la radio moderna, Thomson Learning, 2001, EE.UU
MONTOYA, Alma, Radio Escolar, Paulinas, 2006, Colombia.
PEPPINO, Ana María, Radio educativa, popular y comunitaria en América Latina, 1999, México
PUENTE, Stella, Industrias Culturales y políticas de Estado, Prometeo, 2007.
LÓPEZ, José Ignacio, Manual urgente para  radialistas apasionados, Ecuador.

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