El discurso radiofónico ha venido cambiando de acuerdo al espacio temporal y geográfico en que nos encontramos, sin embargo, en los últimos años estos cambios han ido más deprisa de lo normal. Vamos a ubicarnos, planteando como base las cualidades de la voz pare entrar en el acontecer actual del discurso radiofónico.
La voz es un proceso mágico: el cerebro crea un pensamiento, el aparato fonador hace posible la salida del sonido, este viaja en el aire a través de las ondas sonoras y llega a un oído, ser interpretado en el cerebro del receptor y el sonido va adquiriendo forma, va adquiriendo sentido, el sonido se transforma en palabra: palabras capaces de construir lo inimaginable y construir puentes invisibles entre personas.
La voz pone personalidades al descubierto, permite que la imagen sea interpretada y le da curiosamente, vida. Porque en una época donde no existía la escritura, la palabra se volvió el mayor tesoro de la humanidad, todo era por transmisión oral. Aún ahora la palabra tiene mayor peso que lo dicho en un escrito, porque la palabra tiene el sentimiento y vitalidad que carece el escrito e incluso una imagen.http://www.youtube.com/watch?v=ythp24KBhp0
Poniendo atención en el místico poder de la palabra, comprendemos porque la radio sigue siendo aún hoy en pleno siglo XXI (donde lo audiovisual y multimedia nos invaden cada día), el medio de comunicación más intimista: por que el sonido no conoce de distancias, todas las fronteras se anulan , solo parece existir un oído y una boca, todo parece tan cercano que el radioyente se siente en una cándida confianza con la empresa de radio, se establece un pacto, una familiaridad con los locutores otorgada fundamentalmente por lo directo de la oralidad. Además de esa carácter creativo que tiene la voz, al brindarle al sujeto libertad para re –crear aquello que se le ha expuesto en palabras.
La radiodifusión siempre ha actuado de manera poderosa en la sociedad, sin embargo, con los cambios tecnológicos surgidos en las últimas décadas se ha visto forzada a exprimir más su característica especial de cercanía, abriendo paso a los géneros dialógicos.
El género dialógicos son casi un cliché en el medio, su objetivo es intentar llamar el interés del publico, aunque muchas veces se lleve a cabo sin una investigación oportuna sin estructura que le otorgue la estructura adecuada. El género de tertulia, por ejemplo, parece muy dinámico, las palabras fluyen muy bien, pero no alcanzar a llegar al fondo de los asuntos y pueden perder la orientación del tema; por otro lado el género participación promueve la interacción entre el emisor el receptor, donde el receptor colabora con sus participaciones para profundizar o resolver puntos en la temática tratada, no obstante no es tan libre y democrática como parece, pues los trabajadores de la radio deciden que opinión es la que se escuchara en la emisora. Estos y otros géneros nacieron para fortalecer los contenidos radiales, aunque en el fondo sus objetivos sean institucionales y comerciales, lo que pretenden es utilizar estos géneros para poder proclamarse como radios que respeten el derecho a la expresión y la diversidad de opiniones, fingiendo el protagonismo de los oyentes. Con el transcurrir del tiempo, todas estas actividades mal organizadas y sin un claro objetivo social, llevan a la monotonía de la radio y al poco o nulo avance de la población.
Es la tarea de los comunicadores poder entablar verdaderos vínculos con la audiencia, vínculos bien planteados creados por temas que no solo los entretengan sino que también los ayuden a formarse como ciudadanos. Es importante que utilicemos la cercanía de la radio para el empoderamiento de los individuos.
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=899334
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